
JUNIO 2018
Quizás es porque ya oficialmente es verano. O porque tenemos ganas de viajar, pero por ocio, sin el ordenador a cuestas. O porque buscamos una excusa buena para coger coche, avión o barco y desaparecer dos días… Pensamos en una escapada que nos permita desconectar, recargar pilas, llenarnos de inspiración y volver a la mesa de trabajo renovados.
Pero para salir necesitamos una maleta. Ese tipo de bolso de viaje con el tamaño exacto para que viajar sea sinónimo de ir ligeros, de llevar solo lo imprescindible. Un buen libro, el neceser, un antifaz y unos vaqueros cómodos. Hoy os traemos una selección variopinta y descarada, para gourmets del estilo y para fanáticos de la comodidad.
PALMIO GÜELL-LAMADRID
Este podría ser un regalo de Navidad perfecto, pero da la casualidad de que estamos cerrando junio. Pero no vamos a dejar que eso nos evite admirar lo bien que quedaría colgada de nuestro hombro esta sofisticadísima bolsa de viaje, que surge de una colaboración magnífica entre Palmio y Güell-Lamadrid. Lujo puro.
ALLWELOVE
Cuenta la leyenda que Naomi Campbell le cambió el Louis Vuitton a una amiga con la que quedó para quedarse este bolso. Firma española, detalles en cuero, color versátil y un toque flúor. Hasta Elle McPherson ha caído en sus redes.
GLOBETROTTER GORING
Decadencia, elegancia absoluta y una declaración de intenciones en toda regla. Globe Trotter se alía con el famosísimo hotel The Goring para crear una delicia de maleta. Seda adamascada azul (la misma usada en el Carruaje real de su Majestad la Reina Alejandra construido en 1865), cuero en tono marfil y navy, combinado con un cuerpo en rojo amoratado. Viajar con esta maleta es el éxtasis.
PILMA RIMOWA
Practicidad y versatilidad sin perder ese toque de distinción que nos encanta. Así podríamos definir esta maleta, que con ese tono verde oscuro y las esquinas rematadas con cuero beige, nos diferencia del resto de maletas del aeropuerto, sin duda alguna.
EDDIE HARROP
El problema de esta maleta es que nos tenemos que ir a la Costa Azul, a Capri o a Menorca para poder lucirla. Que condicione tanto el viaje puede ser visto como un problema o como una ventaja, ¿no os parece? Nos encanta la textura del cuero, lo espaciosa que es, que tiene bolsillos dentro y que nos la podemos colgar a la espalda mientras encontramos nuestro hotel en las islas griegas.
No queda más remedio que pensar qué fin de semana nos escapamos. El capricho está haciendo su efecto.